Gedicht
Luz Helena Cordero
Ghosts
Ghosts are born naked, like their ownersbut then they dress with twilight-colored clothes
in the eyes of the trembling girl.
They are puppets we assemble in childhood,
scraps of skin, snippets of voices,
they grow like moss behind our foreheads
and they never abandon us.
They are as personal as voice or memory.
No one has seen a ghost that doesn't belong to them
that does not love as their eyes close in front of the mirror.
Ghosts have names and surnames,
they are citizens in our bones.
Of course they exist. They wear the face of your fear.
© Translation: 2006, Nicolás Suescún
FANTASMAS
FANTASMAS
Los fantasmas nacen desnudos, como sus dueños,pero luego se visten con ropas color atardecer
en los ojos de la muchacha que tiembla.
Son títeres que armamos en la infancia,
pedazos de piel, retazos de voces,
crecen como lama detrás de la frente
y nunca nos abandonan.
Son tan personales como la voz o la memoria.
Nadie ha visto un fantasma que no le pertenezca,
que no ame como a sus ojos cerrados ante el espejo.
Los fantasmas tienen nombre y apellido,
son ciudadanos dentro de nuestros huesos.
Claro que existen. Tienen el rostro de tu miedo.
© 2001, Luz Helena Cordero
From: Cielo ausente
Publisher: Ediciones Sociedad de la Imaginación, Bogotá
From: Cielo ausente
Publisher: Ediciones Sociedad de la Imaginación, Bogotá
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FANTASMAS
Los fantasmas nacen desnudos, como sus dueños,pero luego se visten con ropas color atardecer
en los ojos de la muchacha que tiembla.
Son títeres que armamos en la infancia,
pedazos de piel, retazos de voces,
crecen como lama detrás de la frente
y nunca nos abandonan.
Son tan personales como la voz o la memoria.
Nadie ha visto un fantasma que no le pertenezca,
que no ame como a sus ojos cerrados ante el espejo.
Los fantasmas tienen nombre y apellido,
son ciudadanos dentro de nuestros huesos.
Claro que existen. Tienen el rostro de tu miedo.
From: Cielo ausente
Ghosts
Ghosts are born naked, like their ownersbut then they dress with twilight-colored clothes
in the eyes of the trembling girl.
They are puppets we assemble in childhood,
scraps of skin, snippets of voices,
they grow like moss behind our foreheads
and they never abandon us.
They are as personal as voice or memory.
No one has seen a ghost that doesn't belong to them
that does not love as their eyes close in front of the mirror.
Ghosts have names and surnames,
they are citizens in our bones.
Of course they exist. They wear the face of your fear.
© 2006, Nicolás Suescún
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