Gedicht
Lucía Estrada
XLI
I listen to a distant music, as of words that are going to be pronounced, the last in alanguage in extinction. The air brings its chapels, isolated buildings, seeds of light in black
space. Inside its crystals, strong plants sing a silent song: it talks about lost gods, fabulous
birds, vegetable, edenic beings, in search of a time resembling emptiness. All will be said,
all will flow in the absence of mouths, all the words, those of the beginning, those of death;
they will go over the motionless, the consummate, they open the earth, they will separate
the waters, river against river, the fire will be surrounded, they will sweep our bones that
hide the first garden, they will bring down the sarcophagus of the ear and the tongue, and
still this voyage will be the beginning.
Queens of themselves, the words, we are only their mysterious passage, not the region that
waits for them.
© Translation: 2005, Nicolás Suescún
XLI
XLI
Escucho música lejana, como de palabras que van a decirse, las últimas de una lengua enextinción. El aire trae sus capillas, recintos aislados, semillas de luz en el espacio negro.
Dentro de sus cristales, robustas plantas tejen un canto silencioso: habla de dioses perdidos,
de aves fabulosas, seres vegetales, edénicos, a la búsqueda de un tiempo semejante al vacío.
Van a decirse, van a fluir en ausencia de bocas, todas las palabras, las del principio, las de
la muerte; van a recorrer lo inmóvil, lo consumado, abrirán la tierra, separarán las aguas, río
contra río, el fuego será rodeado, barrerán nuestros huesos que ocultan el primer jardín,
derribarán los sarcófagos del oído y la lengua, y todavía ese viaje sería el inicio.
Reinas de sí mismas, las palabras, somos apenas su tránsito misterioso, no la región que las
espera.
© 2004, Lucía Estrada
From: Maiastra
Publisher: Ediciones El Tambor Arlequín, Medellín
From: Maiastra
Publisher: Ediciones El Tambor Arlequín, Medellín
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XLI
Escucho música lejana, como de palabras que van a decirse, las últimas de una lengua enextinción. El aire trae sus capillas, recintos aislados, semillas de luz en el espacio negro.
Dentro de sus cristales, robustas plantas tejen un canto silencioso: habla de dioses perdidos,
de aves fabulosas, seres vegetales, edénicos, a la búsqueda de un tiempo semejante al vacío.
Van a decirse, van a fluir en ausencia de bocas, todas las palabras, las del principio, las de
la muerte; van a recorrer lo inmóvil, lo consumado, abrirán la tierra, separarán las aguas, río
contra río, el fuego será rodeado, barrerán nuestros huesos que ocultan el primer jardín,
derribarán los sarcófagos del oído y la lengua, y todavía ese viaje sería el inicio.
Reinas de sí mismas, las palabras, somos apenas su tránsito misterioso, no la región que las
espera.
From: Maiastra
XLI
I listen to a distant music, as of words that are going to be pronounced, the last in alanguage in extinction. The air brings its chapels, isolated buildings, seeds of light in black
space. Inside its crystals, strong plants sing a silent song: it talks about lost gods, fabulous
birds, vegetable, edenic beings, in search of a time resembling emptiness. All will be said,
all will flow in the absence of mouths, all the words, those of the beginning, those of death;
they will go over the motionless, the consummate, they open the earth, they will separate
the waters, river against river, the fire will be surrounded, they will sweep our bones that
hide the first garden, they will bring down the sarcophagus of the ear and the tongue, and
still this voyage will be the beginning.
Queens of themselves, the words, we are only their mysterious passage, not the region that
waits for them.
© 2005, Nicolás Suescún
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