Gedicht
Aurelio Arturo
Song of Leaves and Distances
They were the leaves, the murmuring leaves,the freshness, the countless glowing.
They were the green leaves – the living cell,
the imperishable instant of the landscape –
the green leaves that bring near, in their murmuring,
the sonorous distances like rigging,
the fine, the naked, oscillating leaves.
The leaves and the wind.
Leaves that waved with marine rhythm,
leaves with pure voices
speaking at the same time, and they were not
so many but a single one, palpitating
in a thousand mirrors of air, an endless
humid leaf in all the lights,
queen of the horizon, agile,
jumping little bird, pecking through all
the circles of the horizon, the sparkling circles.
The leaves, the flocks of leaves,
on the brink of the blue, on the brink of flying.
They were the leaves and the murmuring distances,
the leaves and the distances full of languages,
the distances that the wind strums as strings:
oh the stave, the stave of distances
where the leaves are notes played by the wind.
In the leaves beautiful countries and their clouds rustled.
In the leaves murmured distances of remote countries,
they rustled like rains of joyful green,
they laughed, laughed the rains of perfectly clear languages
like waters, fairies’ cheerful languages, vowels of joy.
And the distances had rustles of successive fronds,
the distances heard, heard rains that tell legends,
they heard ancient rains. And the wind
carried the distances as it carries a leaf.
© Translation: 2004, Raúl Jaime Gaviria
Translated with the collaboration of Edgardo Arturo and Nicolás Suescún
Translated with the collaboration of Edgardo Arturo and Nicolás Suescún
Canción de Hojas y Lejanías
Canción de Hojas y Lejanías
Eran las hojas, las murmurantes hojas,la frescura, el rebrillo innumerable,
Eran las verdes hojas – la célula viva,
el instante imperecedero del paisaje –
eran las verdes hojas que acercan en su murmullo,
las lejanías sonoras como cordajes,
las finas, las desnudas hojas oscilantes.
Las hojas y el viento.
Hojas con marino ritmo ondulaban,
hojas con finas voces
hablando a un mismo tiempo, y que no eran
tantas sino una sola, palpitante
en mil espejos de aire, inacabable
hoja húmeda en luces,
reina del horizonte, ágil
avecilla saltante, picoteante por todos
los aros del horizonte, los aros cintilantes.
Las hojas, las bandadas de hojas,
al borde del azul, a la orilla del vuelo.
Eran las hojas y las murmurantes lejanías,
las hojas y las lejanías llenas de hablas,
las lejanías que el viento tañe como cuerdas:
oh pentagrama, pentagrama de lejanías
donde hojas son notas que el viento interpreta.
En las hojas rumoraban bellos países y sus nubes.
En las hojas murmuraban lejanías de países remotos,
rumoraban como lluvias de verdeante alborozo,
reían, reían lluvias de hablas clarísimas
como aguas, hablas alegres de hadas, vocales de gozo.
Y las lejanías tenían rumores de frondas sucesivas,
las lejanías oían, oían lluvias que narran leyendas,
oían lluvias antiguas. Y el viento
traía las lejanías como trae una hoja.
© 1945, Aurelio Arturo
From: Morada al sur
Publisher: Oveja Negra, Bogotá
From: Morada al sur
Publisher: Oveja Negra, Bogotá
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Canción de Hojas y Lejanías
Eran las hojas, las murmurantes hojas,la frescura, el rebrillo innumerable,
Eran las verdes hojas – la célula viva,
el instante imperecedero del paisaje –
eran las verdes hojas que acercan en su murmullo,
las lejanías sonoras como cordajes,
las finas, las desnudas hojas oscilantes.
Las hojas y el viento.
Hojas con marino ritmo ondulaban,
hojas con finas voces
hablando a un mismo tiempo, y que no eran
tantas sino una sola, palpitante
en mil espejos de aire, inacabable
hoja húmeda en luces,
reina del horizonte, ágil
avecilla saltante, picoteante por todos
los aros del horizonte, los aros cintilantes.
Las hojas, las bandadas de hojas,
al borde del azul, a la orilla del vuelo.
Eran las hojas y las murmurantes lejanías,
las hojas y las lejanías llenas de hablas,
las lejanías que el viento tañe como cuerdas:
oh pentagrama, pentagrama de lejanías
donde hojas son notas que el viento interpreta.
En las hojas rumoraban bellos países y sus nubes.
En las hojas murmuraban lejanías de países remotos,
rumoraban como lluvias de verdeante alborozo,
reían, reían lluvias de hablas clarísimas
como aguas, hablas alegres de hadas, vocales de gozo.
Y las lejanías tenían rumores de frondas sucesivas,
las lejanías oían, oían lluvias que narran leyendas,
oían lluvias antiguas. Y el viento
traía las lejanías como trae una hoja.
From: Morada al sur
Song of Leaves and Distances
They were the leaves, the murmuring leaves,the freshness, the countless glowing.
They were the green leaves – the living cell,
the imperishable instant of the landscape –
the green leaves that bring near, in their murmuring,
the sonorous distances like rigging,
the fine, the naked, oscillating leaves.
The leaves and the wind.
Leaves that waved with marine rhythm,
leaves with pure voices
speaking at the same time, and they were not
so many but a single one, palpitating
in a thousand mirrors of air, an endless
humid leaf in all the lights,
queen of the horizon, agile,
jumping little bird, pecking through all
the circles of the horizon, the sparkling circles.
The leaves, the flocks of leaves,
on the brink of the blue, on the brink of flying.
They were the leaves and the murmuring distances,
the leaves and the distances full of languages,
the distances that the wind strums as strings:
oh the stave, the stave of distances
where the leaves are notes played by the wind.
In the leaves beautiful countries and their clouds rustled.
In the leaves murmured distances of remote countries,
they rustled like rains of joyful green,
they laughed, laughed the rains of perfectly clear languages
like waters, fairies’ cheerful languages, vowels of joy.
And the distances had rustles of successive fronds,
the distances heard, heard rains that tell legends,
they heard ancient rains. And the wind
carried the distances as it carries a leaf.
© 2004, Raúl Jaime Gaviria
Translated with the collaboration of Edgardo Arturo and Nicolás Suescún
Translated with the collaboration of Edgardo Arturo and Nicolás Suescún
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