Gedicht
Santiago Mutis Durán
THE BLOOD CEREMONIES
A lacerating anger illuminesmy first days like a fever
An imbecile herd of teachers
tore up my childhood
Their negligence burning up the terrible purity
around it, ravaging the prayer
Innocent days, like streets
sowed with schools seedy joints butcher’s shops
Lives disfigured
at the doors of Paradise
of every day
If God knew what they have done
and what they have left undone
If God knew how they keep silent
Fear does light them
neither does light
sings to them
breaking out
from the breasts
of their mothers
Ah, life passes like the graceful shadow of a vessel
on a sacred mirror of blood
Moons, a thousand snow moons
on the sacred fire
and in the sky the howls
of fiery slaughterhouses shine
The voice of God like a funereal mantle
leaves its frost
on the villages of Winter
and congeals the milk in the stables
The rain shines like a moonless country
– a pure soul –
where caravans and sailboats go astray
like sweet belfries
like a single mass
a unique communion in all the cathedrals
Someone whispers – maybe my mother –
in my ear the names
of the plants, the seeds, the sprouts
the red names of the birds
without annoyance
amid tears
© Translation: 2005, Nicolás Suescún
Las ceremonias de la sangre
Las ceremonias de la sangre
Una lacerante rabia iluminacomo fiebre mis días primeros
Una recua imbécil de maestros
despedazó mi infancia
Su negligencia quemando la terrible pureza
a su alrededor, devastando la plegaria
Días inocentes, como calles
sembradas de escuelas antros carnicerías
Vidas desfiguradas
a las puertas del Paraíso
de cada día
Si Dios supiera lo que han hecho
y lo que han dejado de hacer
Si Dios supiera cómo callan
No los alumbra el miedo
ni les canta
la luz
brotando
de los pechos
de sus madres
Ay, la vida pasa como la esbelta sombra de un navío
sobre un sagrado espejo de sangre
Lunas, mil lunas de nieve
sobre el fuego santo
y en el cielo brillan
los aullidos de fogosos mataderos
La voz de Dios como un manto fúnebre
deja su escarcha
en las aldeas del invierno
y congela la leche en los establos
La lluvia brilla como un país sin luna
– alma pura –
donde se extravían caravanas y veleros
como dulces campanarios
como una sola misa
una comunión única en todas las catedrales
Alguien susurra – tal vez mi madre –
en mi oído los nombres
de las plantas, las semillas, los brotes
los nombres rojos de los pájaros
sin fastidio
entre lágrimas
© 1998, Santiago Mutis
From: Afuera pasa el siglo
Publisher: Seix Barral, Bogotá
From: Afuera pasa el siglo
Publisher: Seix Barral, Bogotá
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Gedichten van Santiago Mutis Durán
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Las ceremonias de la sangre
Una lacerante rabia iluminacomo fiebre mis días primeros
Una recua imbécil de maestros
despedazó mi infancia
Su negligencia quemando la terrible pureza
a su alrededor, devastando la plegaria
Días inocentes, como calles
sembradas de escuelas antros carnicerías
Vidas desfiguradas
a las puertas del Paraíso
de cada día
Si Dios supiera lo que han hecho
y lo que han dejado de hacer
Si Dios supiera cómo callan
No los alumbra el miedo
ni les canta
la luz
brotando
de los pechos
de sus madres
Ay, la vida pasa como la esbelta sombra de un navío
sobre un sagrado espejo de sangre
Lunas, mil lunas de nieve
sobre el fuego santo
y en el cielo brillan
los aullidos de fogosos mataderos
La voz de Dios como un manto fúnebre
deja su escarcha
en las aldeas del invierno
y congela la leche en los establos
La lluvia brilla como un país sin luna
– alma pura –
donde se extravían caravanas y veleros
como dulces campanarios
como una sola misa
una comunión única en todas las catedrales
Alguien susurra – tal vez mi madre –
en mi oído los nombres
de las plantas, las semillas, los brotes
los nombres rojos de los pájaros
sin fastidio
entre lágrimas
From: Afuera pasa el siglo
THE BLOOD CEREMONIES
A lacerating anger illuminesmy first days like a fever
An imbecile herd of teachers
tore up my childhood
Their negligence burning up the terrible purity
around it, ravaging the prayer
Innocent days, like streets
sowed with schools seedy joints butcher’s shops
Lives disfigured
at the doors of Paradise
of every day
If God knew what they have done
and what they have left undone
If God knew how they keep silent
Fear does light them
neither does light
sings to them
breaking out
from the breasts
of their mothers
Ah, life passes like the graceful shadow of a vessel
on a sacred mirror of blood
Moons, a thousand snow moons
on the sacred fire
and in the sky the howls
of fiery slaughterhouses shine
The voice of God like a funereal mantle
leaves its frost
on the villages of Winter
and congeals the milk in the stables
The rain shines like a moonless country
– a pure soul –
where caravans and sailboats go astray
like sweet belfries
like a single mass
a unique communion in all the cathedrals
Someone whispers – maybe my mother –
in my ear the names
of the plants, the seeds, the sprouts
the red names of the birds
without annoyance
amid tears
© 2005, Nicolás Suescún
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