Gedicht
Mario Rivero
The Ballad of Perry Smith
At 1:19 in the morning of Wednesdaythe 14th of April 1965
Perry Smith the little one “another Toulouse Lautrec”
overdeveloped torso supported
on two dwarfish legs
bandy as a cowboy’s or a sailor’s
is declared legally dead.
After almost 2,000 days of solitary confinement
in the “rake of death”
The thing in itself did not last long. “Exactly” 19 minutes
They lowered him like a flag
with the two pale laces of his neck-tie hitched round the beam
of the “warehouse” as the prisoners called it
and a black bandage over his forehead
so that no one could see his grimace of agony
– a society sends its formal representatives
to this ritual of vengeance
in which the scoundrel “the evil one” jumps as from a diving board
with a rope around his neck
but once totally dead
he already looked new and innocent
The boy however was a “tough guy”
It was his trade
A whole family murdered with virtuosity
to prove himself
to show his “ability” to Dick
Truman Capote gives his detailed account in 400 pages
from which we know
what Dick thought later: that in that pastime
Perry was acting as if in a dream
opening heads as the most normal thing
always moving on and always unseeing
even though the night was a blessing it was so clear . . .
And then playing and playing his guitar and stupefying himself
he who has read In cold blood knows the different moments
of that nightmarish truth
when the guilty one explains himself to the point of redemption and fame
The writer didn’t even want to exaggerate the tension:
travel ravings dinners of roast beef and mashed potatoes
dreaming of warm islands
buried gold gaudy shirts
and Cadillacs the colour of fire
like those driven by gangsters
Get-rich-quick-team-practising-
full-lung-immersion for free
Submersion in cold blue seas
to “get hold” of sunken treasures . . .
Goddam!
He had the impression that Dick doubted his marvellous ideas
and he strove to make him believe they were really good
marvellous ideas
but the snag was you always had to be on the move
going to the West to Nevada or Texas
or no place in particular
prowling around in sheds and writing dud cheques
as a means of getting supplies
and the truth was he was up to his arse in all that shit
even though those feelings had to be disguised
in front of Dick nonchanantly smoking Marlboros at the wheel
Perry left all his possessions to Capote
song books and two boxes of letters
The boy knew that one day he would be in books
despite his humiliating life and miserable childhood
he aspired to “refinement”
and he had that weakness of the riffraff
for high-sounding words
But there was a second thing about him
he sang
and singing – as is known – is sometimes very helpful
Capote classified him as the type “with the aura of an exiled animal”
brought up
among jabs and shoves in so brutal a manner
that the dark wet eyes craved vengeance
and vengeance made an appointment with him
in that nice white sixteen-room house
that stood on a beautiful and well-kept lawn
This is the end of the story:
the Clutters rest in the Valley View cemetery
in Garden City
where respectable people sleep
As for Perry
the writer paid for a gravestone in the prison cemetery
where criminals sleep
out of professional conscience and friendship scruples
What I say is this
restoring to the man what I have lived of his life
and let everyone be the judge:
the yellow bird – the bird of his dreams –
may it not have taken Perry Smith to the highest tree in Paradise?
© Translation: 2004, Nicolás Suescún
Translated with the collaboration of Wendy Davies
Translated with the collaboration of Wendy Davies
Balada de Perry Smith
Balada de Perry Smith
A la 1:19 minutos de la madrugada de un miércoles14 de abril de 1965
Perry Edward Smith el pequeñín – el otro Toulouse Lautrec
superdesarrollado torso sostenido
por unas piernas enanas
chuecas como de cowboy o marinero
es declarado legalmente muerto
Después de casi 2.000 días de haber estado confinado
en el “rastrillo de la muerte”
La cosa no duró mucho en sí. 19 minutos “exactly”
Lo arriaron como a una bandera
con su corbata de dos lazos pálidos amarrados a la viga
del “almacén” como lo llamaban los presos
y una venda negra sobre la frente
para que no le curiosearan los visajes de la agonía
– la sociedad envía sus representantes de protocolo
a este ritual de venganza
por el que el malvado “el malo” salta como desde un trampolín
con una cuerda alrededor del pescuezo
pero una vez enteramente muerto
ya estaba él como nuevo y como inocente
El chico sin embargo era “un duro”
Era su oficio
Una familia entera asesinada con virtuosismo
para afirmarse
para garantizarle a Dick su “capacidad”
Truman Capote nos da la narración detallada en 400 páginas
por las que sabemos
lo que Dick después opinó: que en esa diversión
Perry estaba como en un sueño
abriendo cabezas como-si-tal-cosa
adelante siempre y siempre sin ver
aunque la noche era una bendición de tan clara . . .
Y después dále a guitarrear y a aturdirse
el que haya leído A sangre fría sabe los diversos momentos
de esa pesadilla verdad
donde lo culpable se explica hasta la redención y la fama
El escritor ni siquiera quiso exagerar la tensión:
devaneos turísticos cenas con rosbif y puré
soñar con islas cálidas
oro enterrado camisas insolentes
y cadillacs de color de fuego
como los que conducen los gangsters
Hágase-rico-practicando-la-inmersión-en-equipo
y-a-pulmón-pleno-folleto-gratis
Sumersión en mares azul-frío
para “hacerse” con tesoros hundidos . . .
Puñeta!
Tenía la impresión de que Dick dudaba de sus maravillosas ideas
y se esforzaba en hacerle creer que eran buenas
maravillosas ideas
pero lo malo era que había que vivir siempre en marcha
hacia el Oeste o a Nevada o a Texas
hacia ninguna parte en concreto
merodear por galpones “pasar papel mojado”
como fuente de aprovisionamiento
y la verdad es que ya estaba harto de aquella porquería
aunque tales sentimientos tenían que ser disimulados
frente a Dick
fumando despreocupados marlboros al volante del auto
Perry le legó todas sus posesiones a Truman
libros canciones y dos cajas de cartas
El muchacho sabía que tenía que llegar a los libros
pese a la vida afrentosa y la niñez miserable
aspiraba a la “finura”
y tenía esa debilidad de los canallitas
hacia las palabras altisonantes
Pero tenía una segunda condición
cantaba
y cantar – como se sabe – es de un gran socorro a veces
lo filió Truman como un tipo “con un aura de animal exiliado”
crecido
entre codazos y empujones de una manera tan bruta
que los oscuros ojos húmedos apetecían la venganza
y la venganza se dio cita
en aquella hermosa casa blanca con16 habitaciones
que se alzaba sobre un bello y cuidado parque de césped
Este es el final de la historia:
los Clutter reposan en el cementerio de Valley View
en Garden City
donde duermen las gentes rectas
En cuanto a Perry
el escritor pagó una lápida en el cementerio de la cárcel
donde los criminales duermen
por conciencia profesional y escrúpulo de amistad
Lo que yo digo es esto
restablecientdo al hombre tal como lo he vivido en su vida
y que cada uno sea el juez:
el pájaro amarillo – el de sus sueños –
no habrá llevado a Perry Smith al árbol más alto del Paraíso?
© 1980, Mario Rivero
From: Baladas
Publisher: Colcultura, Bogotá
From: Baladas
Publisher: Colcultura, Bogotá
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Balada de Perry Smith
A la 1:19 minutos de la madrugada de un miércoles14 de abril de 1965
Perry Edward Smith el pequeñín – el otro Toulouse Lautrec
superdesarrollado torso sostenido
por unas piernas enanas
chuecas como de cowboy o marinero
es declarado legalmente muerto
Después de casi 2.000 días de haber estado confinado
en el “rastrillo de la muerte”
La cosa no duró mucho en sí. 19 minutos “exactly”
Lo arriaron como a una bandera
con su corbata de dos lazos pálidos amarrados a la viga
del “almacén” como lo llamaban los presos
y una venda negra sobre la frente
para que no le curiosearan los visajes de la agonía
– la sociedad envía sus representantes de protocolo
a este ritual de venganza
por el que el malvado “el malo” salta como desde un trampolín
con una cuerda alrededor del pescuezo
pero una vez enteramente muerto
ya estaba él como nuevo y como inocente
El chico sin embargo era “un duro”
Era su oficio
Una familia entera asesinada con virtuosismo
para afirmarse
para garantizarle a Dick su “capacidad”
Truman Capote nos da la narración detallada en 400 páginas
por las que sabemos
lo que Dick después opinó: que en esa diversión
Perry estaba como en un sueño
abriendo cabezas como-si-tal-cosa
adelante siempre y siempre sin ver
aunque la noche era una bendición de tan clara . . .
Y después dále a guitarrear y a aturdirse
el que haya leído A sangre fría sabe los diversos momentos
de esa pesadilla verdad
donde lo culpable se explica hasta la redención y la fama
El escritor ni siquiera quiso exagerar la tensión:
devaneos turísticos cenas con rosbif y puré
soñar con islas cálidas
oro enterrado camisas insolentes
y cadillacs de color de fuego
como los que conducen los gangsters
Hágase-rico-practicando-la-inmersión-en-equipo
y-a-pulmón-pleno-folleto-gratis
Sumersión en mares azul-frío
para “hacerse” con tesoros hundidos . . .
Puñeta!
Tenía la impresión de que Dick dudaba de sus maravillosas ideas
y se esforzaba en hacerle creer que eran buenas
maravillosas ideas
pero lo malo era que había que vivir siempre en marcha
hacia el Oeste o a Nevada o a Texas
hacia ninguna parte en concreto
merodear por galpones “pasar papel mojado”
como fuente de aprovisionamiento
y la verdad es que ya estaba harto de aquella porquería
aunque tales sentimientos tenían que ser disimulados
frente a Dick
fumando despreocupados marlboros al volante del auto
Perry le legó todas sus posesiones a Truman
libros canciones y dos cajas de cartas
El muchacho sabía que tenía que llegar a los libros
pese a la vida afrentosa y la niñez miserable
aspiraba a la “finura”
y tenía esa debilidad de los canallitas
hacia las palabras altisonantes
Pero tenía una segunda condición
cantaba
y cantar – como se sabe – es de un gran socorro a veces
lo filió Truman como un tipo “con un aura de animal exiliado”
crecido
entre codazos y empujones de una manera tan bruta
que los oscuros ojos húmedos apetecían la venganza
y la venganza se dio cita
en aquella hermosa casa blanca con16 habitaciones
que se alzaba sobre un bello y cuidado parque de césped
Este es el final de la historia:
los Clutter reposan en el cementerio de Valley View
en Garden City
donde duermen las gentes rectas
En cuanto a Perry
el escritor pagó una lápida en el cementerio de la cárcel
donde los criminales duermen
por conciencia profesional y escrúpulo de amistad
Lo que yo digo es esto
restablecientdo al hombre tal como lo he vivido en su vida
y que cada uno sea el juez:
el pájaro amarillo – el de sus sueños –
no habrá llevado a Perry Smith al árbol más alto del Paraíso?
From: Baladas
The Ballad of Perry Smith
At 1:19 in the morning of Wednesdaythe 14th of April 1965
Perry Smith the little one “another Toulouse Lautrec”
overdeveloped torso supported
on two dwarfish legs
bandy as a cowboy’s or a sailor’s
is declared legally dead.
After almost 2,000 days of solitary confinement
in the “rake of death”
The thing in itself did not last long. “Exactly” 19 minutes
They lowered him like a flag
with the two pale laces of his neck-tie hitched round the beam
of the “warehouse” as the prisoners called it
and a black bandage over his forehead
so that no one could see his grimace of agony
– a society sends its formal representatives
to this ritual of vengeance
in which the scoundrel “the evil one” jumps as from a diving board
with a rope around his neck
but once totally dead
he already looked new and innocent
The boy however was a “tough guy”
It was his trade
A whole family murdered with virtuosity
to prove himself
to show his “ability” to Dick
Truman Capote gives his detailed account in 400 pages
from which we know
what Dick thought later: that in that pastime
Perry was acting as if in a dream
opening heads as the most normal thing
always moving on and always unseeing
even though the night was a blessing it was so clear . . .
And then playing and playing his guitar and stupefying himself
he who has read In cold blood knows the different moments
of that nightmarish truth
when the guilty one explains himself to the point of redemption and fame
The writer didn’t even want to exaggerate the tension:
travel ravings dinners of roast beef and mashed potatoes
dreaming of warm islands
buried gold gaudy shirts
and Cadillacs the colour of fire
like those driven by gangsters
Get-rich-quick-team-practising-
full-lung-immersion for free
Submersion in cold blue seas
to “get hold” of sunken treasures . . .
Goddam!
He had the impression that Dick doubted his marvellous ideas
and he strove to make him believe they were really good
marvellous ideas
but the snag was you always had to be on the move
going to the West to Nevada or Texas
or no place in particular
prowling around in sheds and writing dud cheques
as a means of getting supplies
and the truth was he was up to his arse in all that shit
even though those feelings had to be disguised
in front of Dick nonchanantly smoking Marlboros at the wheel
Perry left all his possessions to Capote
song books and two boxes of letters
The boy knew that one day he would be in books
despite his humiliating life and miserable childhood
he aspired to “refinement”
and he had that weakness of the riffraff
for high-sounding words
But there was a second thing about him
he sang
and singing – as is known – is sometimes very helpful
Capote classified him as the type “with the aura of an exiled animal”
brought up
among jabs and shoves in so brutal a manner
that the dark wet eyes craved vengeance
and vengeance made an appointment with him
in that nice white sixteen-room house
that stood on a beautiful and well-kept lawn
This is the end of the story:
the Clutters rest in the Valley View cemetery
in Garden City
where respectable people sleep
As for Perry
the writer paid for a gravestone in the prison cemetery
where criminals sleep
out of professional conscience and friendship scruples
What I say is this
restoring to the man what I have lived of his life
and let everyone be the judge:
the yellow bird – the bird of his dreams –
may it not have taken Perry Smith to the highest tree in Paradise?
© 2004, Nicolás Suescún
Translated with the collaboration of Wendy Davies
Translated with the collaboration of Wendy Davies
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