Gedicht
José Asunción Silva
CHRYSALISES
The little girl, though very ill,Went out one morning
To wander, with faltering footsteps,
The nearby hill.
She brought back mountain flowers
In which she hid
A chrysalis and, unknowing, set it
Close beside her bed.
A few days later, at the moment
She lay dying,
We all gathered round, our eyes
Red with crying,
And at the instant she departed
The whisper of wings
Was heard, and through the window,
Taking flight, escaping
Into the waiting garden, wafted
A golden butterfly.
Hurriedly, I searched for the insect’s
Now empty prison,
Then turned my gaze to the dead child’s
Pallid brow.
If the winged butterfly, I thought, leaves
Its confining cell
To find light and space and the immensity
Of golden fields,
What shall the newly freed soul find when
It bursts its shell?
© Translation: 2003, Margaret Sayers Peden
CRISALIDAS
CRISALIDAS
Cuando enferma la niña todavíaSalió cierta mañana
Y recorrió, con inseguro paso
La vecina montaña,
Trajo, entre un ramo de silvestres flores
Oculta una crisálida,
Que en su aposento colocó, muy cerca
De la camita blanca . . .
Unos días después, en el momento
En que ella expiraba,
Y todos la veían, con los ojos
Nublados por las lágrimas,
En el instante en que murió, sentimos
Leve rumor de älas
Y vimos escapar, tender al vuelo
Por la antigua ventana
Que da sobre el jardín, una pequeña
Mariposa dorada . . .
La prisión, ya vacía, del insecto
Busqué con vista rápida;
Al verla vi de la difunta niña
La frente mustia y pálida,
Y pensé ¿si al dejar su cárcel triste
La mariposa alada,
La luz encuentra y el espacio inmenso,
Y las campestres auras,
Al dejar la prisión que las encierra
Qué encontrarán las almas?
© 1945, Casa de Poesía Silva
From: El libro de los versos
Publisher: Editorial Horizonte, Bogotá
From: El libro de los versos
Publisher: Editorial Horizonte, Bogotá
Gedichten
Gedichten van José Asunción Silva
Close
CRISALIDAS
Cuando enferma la niña todavíaSalió cierta mañana
Y recorrió, con inseguro paso
La vecina montaña,
Trajo, entre un ramo de silvestres flores
Oculta una crisálida,
Que en su aposento colocó, muy cerca
De la camita blanca . . .
Unos días después, en el momento
En que ella expiraba,
Y todos la veían, con los ojos
Nublados por las lágrimas,
En el instante en que murió, sentimos
Leve rumor de älas
Y vimos escapar, tender al vuelo
Por la antigua ventana
Que da sobre el jardín, una pequeña
Mariposa dorada . . .
La prisión, ya vacía, del insecto
Busqué con vista rápida;
Al verla vi de la difunta niña
La frente mustia y pálida,
Y pensé ¿si al dejar su cárcel triste
La mariposa alada,
La luz encuentra y el espacio inmenso,
Y las campestres auras,
Al dejar la prisión que las encierra
Qué encontrarán las almas?
From: El libro de los versos
CHRYSALISES
The little girl, though very ill,Went out one morning
To wander, with faltering footsteps,
The nearby hill.
She brought back mountain flowers
In which she hid
A chrysalis and, unknowing, set it
Close beside her bed.
A few days later, at the moment
She lay dying,
We all gathered round, our eyes
Red with crying,
And at the instant she departed
The whisper of wings
Was heard, and through the window,
Taking flight, escaping
Into the waiting garden, wafted
A golden butterfly.
Hurriedly, I searched for the insect’s
Now empty prison,
Then turned my gaze to the dead child’s
Pallid brow.
If the winged butterfly, I thought, leaves
Its confining cell
To find light and space and the immensity
Of golden fields,
What shall the newly freed soul find when
It bursts its shell?
© 2003, Margaret Sayers Peden
Sponsors
Partners
LantarenVenster – Verhalenhuis Belvédère